Esta situación es algo nuevo para todos, supone 24 horas de convivencia, sin poder salir y con grandes cambios. Es normal que en estos días hayan surgido tensiones, roces o conflictos.
Para ayudarte, puedes aplicar estas 10 estrategias de terapia de pareja:
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Organizaros juntos y respetarlo.
Establece unas rutinas, para delimitar y respetar espacios y horarios. Por ejemplo donde hago deporte, quien usa el ordenador, cuando hacemos las tareas de casa etc. Esto evita estar todo el tiempo negociando sobre las mismas cosas, resulta agotador y evita discusiones triviales.
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Combate el aburrimiento juntos.
Ahora más que nunca tratar de divertiros juntos, eso une mucho. Piensa en lo que os gustaba hacer ver: pelis, bailar o crear rutinas nuevas: cocinar, practicar un deporte nuevo los dos, el día de spa en casa, planear un proyecto …
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Consigue un tiempo a solas.
Para hacer lo que te gusta 1 hora al día. Así cada uno estará feliz y se recargará de energía positiva.
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Crea momentos de afectividad e intimidad.
Decir cosas agradables y cariñosas nos hace sentir bien. Dar besos y abrazos rebaja la tensión y genera endorfinas. La sexualidad también, pero ten en cuenta que en situaciones de mucha ansiedad y estrés el deseo puede disminuir o desaparecer. Si es así, no te fuerces, tienes derecho a decir que no.
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Funciona como un equipo con tu pareja, con las responsabilidades
Repartir tareas (casa, hijos, limpieza) de modo que en ambos exista una sensación de equilibrio e igualdad. Exprésate y pide serenamente lo que necesitas para que sea así. Quejarse crea conflicto y pedir serenamente soluciona.
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Busca lo antes posible acuerdos en los conflictos.
Tus necesidades y deseos son tan importantes como los del otro. Intenta llegar a soluciones que los dos queden satisfechos. Ejemplo:
-Cariño, necesito que te encargues de la colada.
-Pareja responde: ahora no, estoy viendo una peli.
-De acuerdo, cuando acabe la peli, te encargas.
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Hazlo fácil y agradable.
Responsabilizate de tus emociones y haz todo lo posible para estar bien. Las emociones se contagian a otros. Practica la empatia: tú tienes momentos malos y el otro también. Cuando algo te moleste, relativiza, ¿es realmente grave?
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Rectifica y reconcíliate.
Si te has confundido, pide disculpas y corrige. Como estrategia de supervivencia, cuanto más se alargue el enfado en el tiempo, más te vas a debilitar y se complica la situación. Quererse implica convivir con los fallos y defectos míos y también de la otra persona. Tú no eres perfecto y el otro tampoco. Nadie lo es. Perdona y pasa página.
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Unete más a tu pareja.
Recupera actitudes que hiciste durante el enamoramiento: agradar, tratar de gustar, complacer, hacer sorpresas, dejar una nota cariñosa en la cafetera,… Lo hiciste una vez y ahora también puedes.
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Controla tu mente
Concéntrate en lo positivo de la situación, de tu pareja y lo que te da, en lugar de solo lo negativo, lo que no tengo o sus defectos.
Recuerda que tienes la posibilidad de mejorar tus recursos y habilidades como comunicación, asertividad, gestión de emociones con la ayuda de un psicólogo de pareja. Muchas relaciones con recursos nuevos evitan un divorcio, ahorrándose mucho sufrimiento y dinero.
Espero que la foto siguiente te recuerde las estrategias e inspire tu hogar. Si este articulo te ha gustado o crees que puede ayudar a otra pareja, compártelo.
Elia Sevilla. Psicóloga. Coach de Tranquillity Center